Interior de Atávico Sevilla – cocina consciente y saludable

Contamos nuestra experiencia en Atávico Sevilla Sin Gluten

Contamos nuestra experiencia en Atávico Sevilla sin gluten: cocina consciente, platos auténticos y nuestro pan brioche artesano sin gluten y sin lactosa.


Sandra y yo hemos ido a Atávico Restobar, y la experiencia ha sido tan buena que merece estar aquí, en el blog del obrador, como parte de esas cosas que nos recuerdan por qué es importante cuidar la comida y respetar el producto.

El restaurante está en Avenida de la Borbolla, una zona tranquila, agradable y con ese punto de Sevilla que mezcla naturaleza y ciudad sin estridencias. Atávico es un local pequeño, pero con encanto. Muy acogedor, con una decoración sencilla pero moderna, con detalles que llaman la atención sin necesidad de saturar. Te sientes cómodo desde que entras.

El servicio ha sido impecable. Amables, atentos y rápidos, incluso estando el restaurante prácticamente lleno. Se nota que hay oficio y que les importa el cliente.

Interior de Atávico Sevilla – cocina consciente y saludable


Los platos: honestos, sabrosos y hechos con intención

Sandra pidió un wok de verduras con tofu ahumado. Las verduras estaban en su punto, al dente, llenas de sabor, nada pesadas y muy bien equilibradas. Es de esos platos que no necesitan artificios para destacar: es producto, punto y mucho respeto a la técnica.

Yo me pedí la hamburguesa roja, hecha con carne de vacuno.
Y aquí tengo que detenerme un poco más, porque es un orgullo verla servida con nuestro pan brioche sin gluten y sin lactosa, elaborado a mano en el obrador.
La combinación funciona de maravilla: la carne jugosa, el chalpunto bien integrado y el brioche que acompaña sin robar protagonismo, suave, tierno y capaz de sostenerlo todo sin desmoronarse. Es exactamente para esto para lo que lo hacemos: para platos honestos, bien hechos y pensados con cariño.

Después tocó el postre.
Yo tomé una tarta de queso de cabra payoya con una mermelada casera de frutos rojos. Rica no, lo siguiente: cremosa, con un sabor intenso y equilibrado, y esa mermelada que le daba el punto perfecto.
Sandra eligió el volcán de chocolate, y salió encantada. Sabores limpios, cacao de calidad y nada empalagoso.


Un restaurante que hace honor a su nombre

La palabra Atávico no está escogida al azar. Significa volver al origen, a lo esencial, a lo que sostiene la vida.
Y es exactamente lo que hacen en su cocina.

Ahí no hay ultraprocesados, no hay engaños, no hay artificios.
Hay producto real, técnicas cuidadas, sabor auténtico y una filosofía que se nota en cada plato: comida de verdad, hecha desde el respeto.

En una época en la que todo parece correr hacia lo rápido, lo barato y lo industrial, sitios como Atávico recuerdan que todavía existe la gastronomía honesta.
Y se agradece.


Calidad–precio: sorprendentemente accesible

Por poco más de 20 euros por persona hemos comido un plato principal, postre y bebida (vino y cerveza).
La calidad supera con creces el precio. Diría que es barato, porque sí que está muy por debajo de lo que suele costar comer así de bien en una gran ciudad como Sevilla, con esta calidad de producto y con esta forma de trabajar.
Se nota que buscan ofrecer valor, no solo ofrecer comida.


Un lugar al que volver y al que recomendar sin reservas

Atávico cocina con sentido. Y eso, para nosotros, vale mucho.

Su forma de trabajar encaja con nuestra filosofía: producto natural, elaboración respetuosa, ingredientes limpios y una cocina que piensa en la salud sin renunciar al sabor.

Nos sentimos orgullosos de que nuestro pan brioche de hamburguesa forme parte de sus elaboraciones, porque sabemos que allí lo tratan con el mismo respeto con el que nosotros lo hacemos en el obrador.

Quien busque un sitio donde comer bien, saborear platos auténticos y disfrutar de una cocina equilibrada, tiene en Atávico Restobar una opción que merece la pena conocer.

Recomendable al cien por cien.

Tagged , , , , , , , , , , , .